No vivas dando tantas explicaciones; tus amigos no las necesitan, tus enemigos no las creen y los estúpidos no las entienden.

lunes, 11 de junio de 2012

Aquí y ahora

Es duro vivir el presente. El pasado y el futuro siguen acosándonos. El pasado con la culpa, el futuro con sus preocupaciones. Son tantas las cosas que han pasado en nuestra vida con las que nos sentimos incómodos, que lamentamos, que nos irritan, que nos llenan de confusión o, al menos, hacia las que tenemos sentimientos ambivalentes… Y todos estos sentimientos están con frecuencia teñidos de culpabilidad. Culpabilidad que nos dice: ‘hubieras debido actuar de manera distinta de como actuaste; hubieras debido decir otra cosa que lo que dijiste’. Estos ‘hubiera debido’ mantienen nuestros sentimientos de culpabilidad sobre el pasado y nos impiden vivir plenamente en el momento presente.
Pero aún peores que nuestras culpas son nuestras preocupaciones. Las preocupaciones llenan nuestra vida de ‘¿qué pasaría si?’ : ‘¿Qué pasaría si perdiera mi trabajo?, ¿qué pasaría si mi padre muriera?, ¿qué pasaría si faltara el dinero?, ¿qué pasaría si la economía se hundiera?, ¿qué pasaría si estallara una guerra?’. Todos estos ‘si’ pueden saturar hasta tal punto nuestra mente que nos hagan ciegos para las flores del jardín y la sonrisa de los niños en la calle, o sordos a la voz agradecida de un amigo.
Los enemigos reales de nuestra vida son los ‘hubiera debido’ y los ‘si’. Ellos son los que nos tienen atados a un pasado inalterable y hacen que un futuro impredecible nos arrastre.
Pero la vida real tiene lugar aquí y ahora.
Si me darían la posibilidad de volver al pasado, haría todo tal cual lo hice, cometí errores y no lo niego, pero de no haberlos cometido, no hubiese aprendido todo lo que aprendí. No cambiaría absolutamente nada y eso me llena de orgullo. 

Aprovechando el tema, subo una foto de algo que no me arrepentiría nunca en la vida, y es haberlas conocido.